Sumario: En sus manos residía su único poder pero no era el que él creía
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En sus manos residía su único poder, el sueño lejano de acabar con el dictador, de recuperar un reino inexistente, el honor de una raza que le fue negado. Por eso las protegía; guantes blancos manchados por la sangre de aquellos que no eran sus enemigos.
Puños que descargaban odio en cada batalla que enaltecía la invencibilidad del tirano. Dedos que concentraban frustraciones en forma de rayo de ki . Manos enfundadas para huir del horror constante que significa tener que inmolarse para sobrevivir; guantes que protegían porque algo en él, aunque fuera una mínima partícula de piel, debía mantenerse íntegra, resistir la corrupción del cuerpo y la mente para reclamar la herencia arrebatada. Insensibilidad táctil que le anclaba a la cordura …o eso creía: el entumecimiento de los sentidos no constituía su salvación ; cada vez más alejado de la realidad las obsesiones le carcomían, los antiguos sueños de libertad eran perturbados por delirios de grandeza en los que él y Freezer se entremezclaban, confundiéndose
El último de los príncipes sainyani desató una guerra fraticida que prácticamente les extinguió; únicamente un igual al que no podía llamar amigo escapó del genocidio mientras el blanco mutaba en un espesor rojo que traspasaba, en un líquido tan denso que goteaba sobre su conciencia, aplacándola, conquistándolo todo. Nada ni nadie importaba, tan sólo él y su destino, la victoria que compensaría años de ignominia.
Con la humillación de la derrota acaeció el triunfo final pero la insensibilidad continuó ahí, rojo sobre blanco, creando barreras, protegiéndole…manos enfundadas que desconocían que en su tacto residía el único poder; el de proteger a aquellos que amaba.
lunes, 23 de marzo de 2009
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