Fandom: Death Note
Sumario: A Mikami le da igual si Kira es considerado un demonio. Al final la salvación estará con él.
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Mikami sabía que matar no era bueno, eso era algo que hacía la gente mala siguiendo su naturaleza maligna. Así como aplastarle la cara a un niño de anteojos, pálido y raquítico, sólo por la seguridad de que él no tenía la fuerza para defenderse.
Es por eso que llevaba con orgullo el cuaderno negro bajo el brazo, y sufría casi un espasmo de puro placer al escuchar la voz de su dios para indicarle un nuevo nombre o una misión. Él mataba por una meta más elevada que fastidiar, más noble que creerse un rey que puede golpear a quien se le antoje.
Y todo gracias a su dios oscuro. Oía las palabras relativas a Kira en las noticias y en ocasiones deseaba lanzar una carcajada por la ingenuidad de sus declaraciones. “El valor de la vida es infinito”, decían continuamente. ¿Y qué hay de aquellos que amargan la vida a los otros, que sólo son un lastre para la sociedad? ¿Esos también tenían valor?
El timbre de su teléfono suena y Mikami sonríe de anticipación antes de ver el número en la pantalla azul. La voz que le habla es suave y femenina, elegante como la de cualquier dama de buena educación, y en palabras calmadas le dicta los nombres de unos nuevos reclusos culpados de robo a mano armada. Se despiden como siempre, Mikami apenas conteniéndose de la emoción.
Levanta el mando para apagar la televisión, riéndose entre dientes al escuchar a una mujer llamando a su trabajo, demoníaco; y a su dios, infernal. ¿Qué importaban las etiquetas de ángeles o demonios en esa basura que llamaban mundo? ¿Un ángel es libre de apuñalar a su madre, un demonio es incapaz de razonar?
Kira era un demonio, el diablo, no importaba. Si querían pensar que la felicidad eterna era maligna allá ellos, no vivirían para contemplarla.
lunes, 16 de marzo de 2009
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