Impaciencia

Fandom: Original

Sumario: La niña es impaciente, y el tiempo no le rinde lo que le gustaría.

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La niña está impaciente. No sabe por qué, simplemente, lo está. Nota que el tiempo pasa, poco a poco. Y cuando se quiere dar cuenta, ya ha pasado.

Intenta pescar una hora, pero su anzuelo de paciencia es demasiado pequeño, sólo consigue pescar minutos. Por cada minuto que pesca se queja, pensando en que sería más fácil si pescara las horas que están por ahí. Como las horas no puede pescarlas, decide cazarlas al vuelo.

Las horas vuelan, y la niña impaciente quiere conseguirlas. Pero se escapan. La niña ya no es una niña. Ahora es una adolescente impaciente, que sigue intentando capturar las horas. El horario le parece la mejor forma, pero nunca se ajusta a lo que ella quiere. Si quiere mas tiempo para una cosa, la hora se le escapa.

La niña ya es mujer. Sigue siendo impaciente. Las horas ya no bastan. Ahora cuenta por días, noches, semanas. Y éstas se siguen escapando. A cada paso que da, se escapa una semana, un mes, un año. Y sigue sin tiempo, porque no sabe cómo capturarlo.

La niña envejece. Ya no sigue los horarios ni los relojes. Prefiere disfrutar las horas sin contarlas. El tiempo se le pasa, pero lo vive al máximo. Ojalá lo hubiera hecho antes. Si simplemente hubiera convivido con las horas, en vez de intentar capturarlas, hubiera sido más feliz.

Todo lo que la niña dejaba para más tarde no lo hacía. Lo que la adolescente dejaba para el día siguiente quedaba en el olvido. Las noches en vela, los meses de ansias por un nuevo trabajo, un ascenso, un hijo, nadie se los devuelve. Aún así, la niña sigue dentro del cuerpo que ya no es de niña. Y esa niña no se lamenta por los días perdidos, prefiere disfrutar los que le quedan de vida.

La niña ya no respira. Su corazón no late. Y sin embargo es feliz. Feliz como nunca lo ha sido, puesto que ya no existen las horas. Ya no hay más ansias por lo que pasará. Pero la niña ha perdido lo que la caracterizaba. Ha perdido la impaciencia. Es una niña normal. Y al ser normal, ya no “es”.